Desayunaron juntos, el equipaje ya estaba en el auto.
Momento de despedidas...Abrazo intenso y lágrimas...Daniel no era indiferente a todo esto...había recibido allí más cariño del que recordaba en sus días de solitario...un fuerte abrazo con los dueños de casa, un "gracias" sentido desde lo más profundo de su alma y una emoción a la que no estaba acostumbrado.
Partieron...miraron cada lugar intentando conservarlo por siempre...y un silencio que los fue ganando a medida que llegaban a la ciudad...
El auto ,finalmente,se detuvo en el hotel donde se hospedaría Lucía,antes de partir rumbo a España...
Ella sintió como si su corazón se detuviera en aquel momento en que solo atinó a decir:
- Nuestro trato se ha cumplido.Me gustó conocerte.Gracias...te deseo lo mejor.
Y embargada por la emoción, besó su mejilla y se alejó rápidamente, sin darle a Daniel tiempo a decir nada.
El devolvió el auto,regresó a su departamento -tan desordenado ,cubierto de papeles como siempre- y curiosamente quiso interesarse por llamar a su antigua novia pero la imagen de Lucía
aparecía en su mente una y otra vez...Y una necesidad imperiosa de no perderla fue creciendo...
La hora de partir hacia España había llegado.Un taxi la llevó hasta el aeropuerto...El recuerdo de quien fuera su "compañero"por tres días le había ganado el alma,se había instalado allí y le gritaba palabras que no quería oír.Nunca se arriesgaría a otra frustración...Y entre lágrimas el avión partió dejando atrás su tierra y parte de sus sueños.
(continuara)
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