Ultimo Capitulo de la Novela ¿Hay Amores imposibles?

Dedicamos parte de nuestro tiempo a escribir esta novela que hoy llega a su fin y queremos agradecer a todos/as los lectores, especialmente aquellos que nos dejaban mensajes en el blog, o en las publicaciones de las redes sociales; en una sociedad individualista donde pocas veces se realiza un trabajo cooperativo, nosotros lo logramos; ahora sus autores Mercedes Mouilleron y Nestor O Salgado los invitan a leer el Ultimo capitulo de esta narrativa literaria.

Capitulo Final

Un rato después la pareja llegaba al hospital donde los esperaba ansiosa Ana Maria_Chicos están empapados, entren rápido y extendiendo dos trapos de piso en el suelo les dijo; mientras se turnan para ir al baño a ducharse, les buscare algo seco_Anda vos Angélica expreso Héctor, yo tengo este poncho encerado que me protegió del agua; estoy menos mojado que vos, salvo la bombacha de gabardina y no creo que tengas una seca; me tendrás que prestar una pollera jajajaj, sonrieron felices por la ocurrencia y sobre todo por estar allí, nuevamente juntos.

El resto del día transcurrió entre mates y risas. Ninguno de los tres tocó el tema que había enojado a Héctor.  Al atardecer Ana María preparo sus cosas para volver a la ciudad. _yo te acerco, dijo Héctor. 

Las amigas se despidieron  con la promesa de verse pronto. 

Héctor beso en la mejilla a Angélica. _vuelve... susurró ella en su oído.

Cuando Ana María hubo subido al micro... Héctor volvió al hospital. 

_Perdona que te hice regresar, pero tenemos que hablar.

_no hay problema. Y si es por lo de hoy, no se volverá a repetir, perdón, dijo él .

_no es eso justamente, quiero que hablemos de tu enojo. Yo no sabía que Ana María...

_No te preocupes, ella me lo aclaró, eso de que no sabías nada.

_ por favor, no pienses que fuiste objeto de diversión para nosotras! Jamás haría eso.

_y por que no lo harías?. Yo solo soy un campesino, y ustedes los de la ciudad nos suelen mirar con cierto desprecio. Creen que somos tontos.

_No soy así. Jamás te haría sufrir, dijo Angélica tomando el rostro  de Antonio con sus manos, en señal de caricia.  _ No creo que seas tonto. Te admiro, aprecio su humildad y tu sencillez. 

siento algo muy especial por ti... y no quiero perderte!.

_despertame si estoy soñando!! 

_No estamos soñando! 

No hubo lugar para mas palabras... el amor hablo por si solo en aquella noche en que la lluvia caía sobre los cristales, siendo testigo de aquel amor, que hasta aquí, parecía imposible.

FIN

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