Que no nos quite las ganas de sonreir

Te has dado cuenta que el uso del barbijo por tiempo prolongado debido a la pandemia ha hecho que se perdiera la visión de la sonrisa.

Hombres y mujeres llevan en algunos casos aún, en lugares públicos o muy concurridos barbijos debido a la prevención del corona virus; muchas cosas cambiaron desde el comienzo de esta pandemia, antes era muy natural encontrar gente sonriendo por la calle o cantando, ahora se los ve más serios, cómo si se hubiera perdido esa actitud positiva ante la vida.

Es hora de recuperar mediante nuestra autoestima la felicidad interior.

Que el barbijo no te condicione, porque más allá de este elemento protector está la necesidad de sentir al otro como el prójimo más cercano, aquel que comparte temporalmente con nosotros el mismo espacio y el mismo tiempo.

Recuerda que la vida consiste de minutos vividos; procura tratarlos de vivir en armonía.

Néstor O Salgado

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