Capitulo Quince
Si algún día me caso menciono el Doctor Carlos Romero tengo pensado instalarme en un lugar así; al cuidado de esa linda gente que nos necesita_ Me alegro Carlos que piense así, son pocos, la mayoría apunta al logro económico y no esta mal por algo se estudio tanto tiempo…
Es verdad... Bueno te cuento que la semana que viene; si fuera posible el martes de una de la tarde a las veinte horas estaría atendiendo con ustedes_ ¡¡¡Agendo Carlos y mañana mismo coloco en la sala de espera un cartel anunciando su presencia, día y horario_ ¡¡¡Se lo agradezco mucho Angélica, será un honor para mi conocerla, un abrazo, nos vemos el martes¡¡¡_Un abrazo, gracias.
Angélica dejo el teléfono y sonrió, que linda voz tiene, parece un locutor y por la foto que pude ver en el escritorio es muy guapo...¡¡¡Quien te dice muchacha si no puede llegar a ser un renacer en el amor, uno nunca sabe!!! y se acostó feliz, esa noche descanso plácidamente, la vida la seguía sorprendiendo en cada nuevo amanecer.
El día siguiente amaneció con buenas noticias.
Ana María llamó a Angélica con la noticia que el pequeño, internado por sarampión sería dado de alta esa tarde.
Con gran alegría empezó los preparativos para ir a buscarlos, al mismo tiempo pensó que estaría otra ves frente a Esteban, y eso la inquietó, pero era una profesional y cumpliría con su deber.
La madre y el niño la recibieron con una amplia sonrisa, se abrazaron con la alegría de volver a casa.
Angélica se encargó de los tramites correspondientes.
_Doctor, me hago cargo de retirar al paciente y su mamá, podrá firmar el alta?
_Angélica! Que sorpresa!... no sabía que te encargabas del traslado de pacientes,! Comentó con sorna Esteban.
_puede firmar doctor?
_no crees que debemos hablar Angélica? _te fuiste sin ninguna explicación!
_no tengo nada que explicar, pero si, te diré algo... me cansé de ser tu segundo plato, de postergar mi vida por vos, de escuchar tus excusas y mentiras... esa es mi explicación... me cansé.
Continuara próximamente con nuevos capítulos, agradecemos su mensaje de aliento y opinión a los autores, escriben esta Novela Néstor O Salgado y Mercedes Mouilleron
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