3/02/2021

Capitulo Dieciséis Bailaron toda la noche

Continuamos publicando capítulos de la novela escrita por Néstor O Salgado y Mercedes Mouilleron ¿Hay amores imposibles? en este caso podrá leer

Capitulo Dieciséis Bailaron toda la noche

Mientras regresaban Angélica sintió una sensación de alivio. Llevaba en sus retinas la cara de asombro, de enojo de Esteban, y sonrió.

_adiós, ya no voy a creer más en hombres como tú.

_Señorita, como no me avisó que iba a la ciudad a buscar a mi ahijado? _la podía acompañar.

_No te preocupes Héctor. No quise molestarte, se que tienes mucho trabajo en el campo. Además no tengo tu número para marcarte al celular.

Asombrado Héctor le recordó del accidente, las flores, los llamados ...

_si, claro, eso es algo que algún día te voy a explicar.

_como usted diga. Dijo Héctor. Sin Entender.

_le dejo mi número, entonces?

_si, claro.

El joven campesino la vio alejarse, sorprendido y sin entender.

Los días pasaron tranquilos. Angélica se sentía cada día más cómoda en el pequeño hospital, rodeada de la gente del pueblo, que le demostraban su agradecimiento como lo sabe hacer la gente simple y sencilla. Nunca llegaban al hospital con las manos vacías. Angélica conoció el pan cocido en horno de barro, las tortas fritas, los chorizos caseros. Se sentía feliz y amada de verdad.

Héctor llegó esa mañana, preparó el mate, mientras Angélica se disponía a empezar el día, limpiando la enfermería .

_hoy le tengo una invitación señorita.

_de verdad?

_ si. Hoy hay baile en el pueblo. Es el aniversario. Quiero que venga conmigo.

_baile? Pero yo no tengo ropa adecuada para una fiesta, solo traje lo indispensable.

_no tiene que preocuparse. Las fiestas aquí no son como en la ciudad. Con un jean y zapatillas esta bien.

En la tardecita la vengo a buscar.

Angélica se sintió curiosa y atraída por esa invitación.

Vestida de jean, camisa y zapatillas espero a el joven campesino, que llego arreglado, prolijo y sonriente..._nos vamos?

Y juntos llegaron al lugar.

La música, el humo de los asados...el vino tinto, la gente que la recibió con afecto! Todo era especial para Angélica.

Fue una noche distinta, agradable .Bailaron toda la noche.

Pensó en otras noches, cuando no podía mostrarse con el hombre que amaba, y se sintió feliz de ser libre! . Se sintió atraída por los brazos fuertes del hombre de campo. Que la rodeaban al bailar. Se sintió pequeña. Y protegida por ese hombre fuerte y tierno a la vez...